Reproduzco a continuación artículo de opinión publicado en La Voz de Galicia (27/03/09). Si prefieres lo puedes leer directamente en http://wwww.lavozdegalicia.es/opinion/2009/03/27/0003_7616895.htm.
"La situación financiera del fútbol profesional parece preocupar cada vez más, y no es de extrañar. En este contexto, la Fundación Observatorio Económico del Deporte ha organizado esta semana una jornada sobre la Ley Concursal y las SAD. Jueces, abogados, economistas junto con representantes de la LFP, la AFE y el CSD debatieron sobre este tema tan ligado con la crisis financiera del fútbol. Hubo debate sobre algunos aspectos técnicos de la incidencia de la mencionada ley en la competición; sin embargo, la impresión de extremada debilidad financiera fue unánime.
Una de las ponencias vino a objetivar, en cifras, el desequilibrio financiero del fútbol profesional español. Incluso sin considerar los oportunos ajustes considerando las salvedades reflejadas en los informes de auditoría, sobre un total de 35 clubes, más del 34% de los mismos presentaban a 30 de junio del 2008 una deuda total superior a sus activos, el 71% tenía una deuda superior a sus ingresos totales, casi el 90% de los clubes declaraban resultados de explotación negativos y más del 50% presentaron pérdidas. Por otro lado, el mismo estudio evidenciaba que la situación se agrava para los clubes de Segunda División.
Ante esta situación, ¿sería la Ley Concursal el salvavidas de los clubes? Una vez que los tribunales se han pronunciado y se evita que los clubes desciendan por lo que adeudan a los jugadores, podría pensarse que una quita de hasta un 50% y una espera de hasta 5 años ayudaría al restablecimiento de una situación patrimonial equilibrada. No obstante, eso es pan para hoy y hambre para mañana. Mientras no se adopten medidas de carácter estructural, que impidan a los clubes gastar por encima de su capacidad de ingresos, simplemente se estará difiriendo el problema financiero para volver a agravarse en un corto período de tiempo. Además se impone la necesidad de un organismo independiente de supervisión y control de las finanzas de los clubes. Su función debe orientarse a objetivar sistemas de alerta temprana que, en un estadio germinal de la crisis, permita adoptar medidas de reequilibrio. El carácter independiente parece necesario, puesto que la Liga no parece tener capacidad de autorregulación y autocontrol. Además, paralelamente, se hace imperativo algún tipo de medidas coercitivas que empujen a los clubes a cumplir escrupulosamente con los requisitos que se les exijan. Pero sobre todo se necesita una clara voluntad de acometer el reto de solventar el derroche que se produce en este deporte."
Una de las ponencias vino a objetivar, en cifras, el desequilibrio financiero del fútbol profesional español. Incluso sin considerar los oportunos ajustes considerando las salvedades reflejadas en los informes de auditoría, sobre un total de 35 clubes, más del 34% de los mismos presentaban a 30 de junio del 2008 una deuda total superior a sus activos, el 71% tenía una deuda superior a sus ingresos totales, casi el 90% de los clubes declaraban resultados de explotación negativos y más del 50% presentaron pérdidas. Por otro lado, el mismo estudio evidenciaba que la situación se agrava para los clubes de Segunda División.
Ante esta situación, ¿sería la Ley Concursal el salvavidas de los clubes? Una vez que los tribunales se han pronunciado y se evita que los clubes desciendan por lo que adeudan a los jugadores, podría pensarse que una quita de hasta un 50% y una espera de hasta 5 años ayudaría al restablecimiento de una situación patrimonial equilibrada. No obstante, eso es pan para hoy y hambre para mañana. Mientras no se adopten medidas de carácter estructural, que impidan a los clubes gastar por encima de su capacidad de ingresos, simplemente se estará difiriendo el problema financiero para volver a agravarse en un corto período de tiempo. Además se impone la necesidad de un organismo independiente de supervisión y control de las finanzas de los clubes. Su función debe orientarse a objetivar sistemas de alerta temprana que, en un estadio germinal de la crisis, permita adoptar medidas de reequilibrio. El carácter independiente parece necesario, puesto que la Liga no parece tener capacidad de autorregulación y autocontrol. Además, paralelamente, se hace imperativo algún tipo de medidas coercitivas que empujen a los clubes a cumplir escrupulosamente con los requisitos que se les exijan. Pero sobre todo se necesita una clara voluntad de acometer el reto de solventar el derroche que se produce en este deporte."