En este interesante artículo, José Manuel Campa extrae algunas lecciones sobre la crisis financiera, explica su origen y plantea hacia dónde han de dirigirse los mercados financieros. A continuación extracto aquí las ideas que me parecen más interesantes.
Atribuye el origen de la crisis a la innovación financiera. Esto me trae a la cabeza el libro de Richard Bookstaber “A Demon of Our Own Design: Markets, Hedge Funds, and the Perils of Financial Innovation” publicado en 2007 en el que muestra algunos mecanismos que han originado previas crisis financieras. Pero volviendo al artículo de Campa, éste habla del desarrollo de dos grandes grupos de innovaciones en los mercados financieros: las titulizaciones y los derivados de crédito.
Ambas innovaciones permitieron traspasar el riesgo de activos de crédito subyacentes a otros inversores financieros. Estos productos favorecieron la aparición de dos tipos de arbitraje: uno de tipo regulador y otro geográfico. Mediante el primero, las instituciones financieras más reguladas como la banca comercial transfería el riesgo a entidades menos reguladas como bancos de inversión y compañías de seguro. En el segundo, el traspaso se producía de países más regulados a entidades situadas en países con menor regulación.
El rápido desarrollo de estos productos innovadores se debió en gran medida a los bajos tipos de interés en los países occidentales. Esos tipos favorecieron la expansión del crédito lo que suponía nuevas inversiones, crecimiento y, a su vez, justificaba nuevas concesiones de crédito. Sin embargo, se olvidó que la liquidez es un bien escaso y se llegó a pensar que estaba garantizada. Ante las primeras tensiones en el mercado se descubrió que numerosos instrumentos originados en la fase expansiva no tenían contrapartida, los mercados se habían secado. En este entorno, apareció la falta de confianza y las instituciones intentaron hacer líquidos parte de los activos contribuyendo a un mayor nerviosismo en los mercados.
El hecho es que ya estamos de lleno en la crisis. Ahora llega el momento de extraer experiencias y aprovechar la lección para fortalecer el sistema financiero. Cualquier proceso de innovación supone crisis de crecimiento hasta alcanzar la madurez que resulta cuando la innovación se estandariza, sus aspectos negativos se prohíben o regulan. En este proceso, en cualquier industria, hay empresas que desaparecen o que son absorbidas. Ahora, la industria financiera tiene que seguir un proceso de regulación de los derivados de crédito y de las titulizaciones.
El camino a seguir debería llevar a:
1. estandarizar los productos con tipos de interés y duraciones similares,
2. diseñar productos similares entre las distintas entidades que los hagan más fácilmente intercambiables y comparables,
3. racionalizar los mecanismos de cobro en situaciones de dificultad,
4. negociarlos en mercados secundarios más organizados,
5. establecer sistemas que limiten el riesgo de contraparte (como cámaras de compensación),
6. en el caso de los derivados de crédito y las titulizaciones, vincularlos al crédito del emisor y no a emisiones concretas.
(José Manuel Campa en Bolsa 1er Trimestre de 2009, pp. 62-65)
No hay comentarios:
Publicar un comentario